El mercado del coco se ha visto alterado de algún modo por las condiciones meteorológicas adversas que algunas áreas están sufriendo o han sufrido hace poco, como el Niño de 2016 o el reciente Tifón Nock-10.
Esta es la situación en Filipinas, con una pérdida en su producción del 15%, lo que se está traduciendo en un crecimiento importante de la demanda de este mercado en países como Sri Lanka e Indonesia.
Este crecimiento es aún mayor puesto que la celebración del Ramadán se adelanta, y, teniendo en cuenta que los cultivos en el Medio Oriente están siendo escasos, la necesidad de acudir a otros mercados para cubrir sus necesidades aumenta. Esto no hace más que favorecer la subida imparable de los precios del coco desecado en Sri Lanka.
Algo similar están experimentando en Indonesia, donde las fábricas producen tanto el aceite de coco como el coco desecado, con una demanda tan importante que hace que algunas de ellas tengan toda la producción agotada para febrero, ya que no sólo están suministrando a sus compradores habituales sino también a los compradores de Filipinas, debido a que en Indonesia los precios son más bajos y la calidad similar. No hay necesidad de decir que los precios están aumentando semanalmente de forma considerable.
En conclusión, se puede decir que el mercado de coco se está haciendo más y más fuerte con el tiempo y hoy en día no parece que los precios tiendan a estabilizarse.
Fuente: SECOEX